María Pinto Balsera nació en Esparragosa de la Serena, provincia de Badajoz, el 6 de agosto de 1954. Rozaba su tierna infancia cuando sus padres decidieron emigrar con sus cuatro hijas en busca de trabajo a otro lugar, y en Alsasua, Navarra, pasó los once primeros años de su infancia.
Tras el fallecimiento de su padre en un accidente de ferrocarril, tuvo que ingresar en el Colegio de Huérfanos Ferroviarios en Palencia, donde cursó el Bachillerato Laboral Administrativo. Allí inició sus primeros pasos en poesía imitando la rima de su poeta favorito: Gustavo Adolfo Bécquer.
Con diecisiete años volvió a Alsasua y trabajó cinco años en la Empresa Isphording Hispania. El tiempo volvió a cambiarle el rumbo de su vida, imponiéndole un nuevo destino. En 1984 se mudó con su familia a Vitoria-Gasteiz, donde actualmente reside.
En 1992 se hizo socia de la Asociación de Mujeres “Jalgi Surgir”, y participante de su taller Literario en el Centro Cívico Arana hasta 2019, año de su disolución. Durante dos décadas fue secretaria de dicha Asociación y coordinadora en la organización del Concurso Literario sobre la Igualdad, subvencionado por el Instituto de la Mujer, Emakunde y el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, dentro de las jornadas del 8 de Marzo.
En 1998 perteneció al Grupo literario “Entrecomillas”, formado por Juan Navidad. También participó durante once años en el Taller de Narrativa y Poesía del Centro Paulo Freire, colaborando en cinco de sus libros publicados por la Editorial Popular de Madrid. En ambos talleres se olvidó de la rima adolescente y le hizo un guiño al verso libre. Después llegaron los relatos salpicados con los recuerdos de su infancia y sus vivencias de colegiala.
Más tarde, dejó la historia de su vida aparcada y desafió a la imaginación inventando historias, pellizcando la ironía, la fantasía, el humor y el erotismo con suaves pinceladas. Luego, con ese devenir de letras, se animó a participar en Concursos literarios obteniendo premios en la Comunidad Autónoma Vasca, Navarra, Burgos y Mijas.
Su afición a la lectura, tan arraigada en su infancia, desapareció con el mismo entusiasmo con el que escribía. Sin embargo, nunca ha dejado de comprar libros, porque sus letras, aunque no hayan sido leídas, son parte de ella misma.
En medio de su aventura literaria fue participando en varios recitales poéticos:
En el Centro Cívico de Aranako, invitada cada año por el comité de fiestas de Arana con representaciones teatrales y recitales de poesía.
Dentro del Festival Internacional de Poesía en el mes de Mayo, dirigido por Elisa Rueda en Vitoria-Gasteiz. En el Jardín Botánico de Santa Catalina, Iruña de Oca (Álava); en el Aula Fundación Caja Vital de Dendaraba, Floristería Marjus y Círculo Vitoriano. Casa de Cultura Ignacio Aldecoa, Palacio Villa Suso, etc. En Errekaleor, Barrundia, Elburgo, San Millán, Bilbao…
Fue copartícipe en el libro «Palabras que forman Mujeres, Mujeres que forman palabras», de la Asociación Jalgi Surgir; libro subvencionado por la Diputación Foral de Álava; en «Demasiada realidad», por cortesía de los directores Rafa Moriel y Jorge Girbau Bustos de la Revista literaria La Botica.
En 2010 colabora en el libro «Bidezidorrak», de la escultora Dora Salazar y en varios programas festivos del Ayuntamiento de Alsasua.
«Una vida entre letras», su primer libro, es el reflejo de su viaje por el mundo de la escritura.